CAL Vida Asistida por Computadora

Monday, June 20, 2005

Audio Acetato Antiguo

Espero que este foro no sea como la tienda de antigüedades que tenía un rótulo: "Por escuchar la historia de lo que su familia tenía, cobramos $50.00"

Mi primer contacto con la música grabada, fueron las grabaciones que nos hacía mi mamá en su grabadora tipo reportero, a mi y a mis primos en su grabadora de cassete tipo reportero, luego las escuchaba ahí mismo. Ya que nos cambiamos a nuestra casa, desempacó nuestra consola del tamaño de cuatro hornos de microondas (y era de las chicas) y de tres velocidades (33 1/3, 45 y 78) y queno tenía tocacassete ni cartucho como las de las casas de algunos amigos. Esa consola fué una gran fuente de entretenimiento para un hijo único con madre trabajadora y no siempre con televisión. Y no solo para escuchar la extensa colección de discos de mi difunto padre, sino también para:

- Poner los discos de 33 1/3 a 45 y escucharlo como si fuera de las ardillitas, o de plano a 78 y escucharlo como si fueran los marcianitos, hechos la mocha, o algo mas raro.

- Pasear a mis pollitos, camaleón o mascota de turno en su tornamesa, idea que luego me piratearon los de "Toy Story 2"

- Poner los discos de 45 a 33 1/3 para que parecieran cantados por un menso de voz grave.

- Utilizar los mecanismos "automáticos" con los cuales se ponían algunos discos apilados sobre el que se estaba tocando para que cayeran luego que se acabara el anterior, para lanzar monitos como con catapulta.

En consecuencia, dicha consola aguantó unos 8 años ese (mal)trato y posteriormente tuvimos un flamante "estéreo" K2 (reetiquetado sobre un germano Grundig) donde cesaron mis travesuras de niño para dar paso a mis travesuras de adolescente como:

- Imitar a los DJ forzando la tornamesa a girar adelante y atrás a diferentes velocidades hasta que se zafaba o de plano se reventaba la banda.

- Cruzar la banda para que el disco girara en sentido contrario y así escuchar los mensajes ocultos.

- Conectar grabadoras, microfonos, audífono a salidas de diferente función para intentar mezclar.
Así que me tengo ganada una buena penitencia por esos pecados, que por cierto ya me están empezando a cobrar los inefables Alejandro y Alonso, mis hijos.

No por nada en la tienda de antigüedades del principio también hay un letrero que reza: "Aquí vendemos lo que sobrevivió a los niños de antes".

0 Comments:

Post a Comment

<< Home