CAL Vida Asistida por Computadora

Friday, December 29, 2006

Privilegios de ayer y hoy

De niño caminé mucho, primero por la escuela, sucesivos cambios de primaria y uno de casa hicieron que mi distancia a caminar a la escuela pasara de dos cuadras, a alrededor de un kilómetro, a cuatro kilometros. También contó el hecho de vivir en una ciudad pequeña y tranquila y la libertad que me dió mi madre, así que me hice todo un "pata de perro".

La secundaria no me quedaba tan lejos, pero la falta de una ruta directa de camión hizo que siguiera caminando bastante, unos dos y medio kilómetros de ida y otro tanto de vuelta, en la prepa la cosa cambió, me quedaba ya a unos seis kilómetros, por lo que no era práctico caminar todo eso, pero aún así caminaba de uno a tres kilometros diarios, y en algunas ocasiones mas.

La distancia de ocho kilómetros a la universidad ya hacía muy difícil el recorrerla a pie, aunque en los primeros semestres, el entrenar volleyball y usar la bicicleta hicieron que mi condición física fuera la mejor que he tenido en mi vida, pero después la carga de la carrera me hizo abandonar el deporte y la obtención de un Caribe '82 me llevo al sedentarismo.

En mis tiempos de caminante, ciclista o usuario del transporte público, era un privilegio que me dieran un "raid" en automóvil o contar con dinero para tomar un taxi. Ahora es un privilegio solo reservado a vacaciones, el poder caminar en lugar de usar el coche o la moto.

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